martes, 17 de marzo de 2009

Las mentiras del gobierno de Fidel Herrera

Por Tomás González Corro

¿Tu le crees a Fidel Herrera?... 
Yo tampoco

He sostenido en este espacio de Libre Expresión que la pobreza y marginación de México no es producto ni de la casualidad ni de la generación espontánea, sino por las acciones y prácticas de gobierno del PRI durante sus 70 años de gobierno a nivel federal; veamos ahora los resultados no de 70 sino de ya 80 años de los gobierno del PRI en Veracruz.

El pasado 11 de marzo, la opinión pública conoció las declaraciones por parte del Subsecretario de Infraestructura Regional de la SEDESMA, Alberto Silva Ramos, quien dijo que Veracruz ha reducido la marginación y pobreza del Estado y que por ello ahora somos el quinto Estado más pobre y marginado del país y agregó que “a menos de dos años de que culmine el gobierno estatal, Veracruz se ubica en el quinto lugar a nivel nacional con problemas de marginación y pobreza, descendiendo dos sitios, en comparación con el 2003, cuando se ubicaba en el tercer lugar”.

Con dicha declaración, el funcionario de la SEDESMA, da a entender que gracias al gobierno de Fidel Herrera Beltrán, Veracruz logró pasar del tercer lugar que se tenía en 2003, al quinto lugar en 2009, es decir que en cuatro años, Fidel Herrera Beltrán logró reducir la pobreza y la marginación de Veracruz, lo cual es absolutamente falso en tanto no demuestre lo contrario con soporte documental.

En primer lugar, debo decir que parte de una mentira, Veracruz en el 2000 tenía el nada honroso cuarto lugar en cuanto a la marginación y pobreza a nivel nacional de acuerdo a datos de la CONAPO (consultar estadísticas) y no el tercer lugar como el funcionario afirma.

En segundo lugar, en la última actualización que hace de nueva cuenta la CONAPO (consultar estadísticas) en el 2005 con base en el II Conteo de Población y Vivienda 2005 y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2005 IV trimestre, Veracruz seguía teniendo el cuarto lugar de marginación y pobreza a nivel nacional.

Los datos que menciono, pueden ser consultados en la página oficial del Consejo Nacional de Población. 

Ahora bien, tratando de profundizar más en el tema, encontré en la red, las declaraciones de la titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente en Veracruz, Silvia Domínguez López, quien desde noviembre de 2008, ya sostenía que Veracruz había pasado a ser el quinto Estado más marginado y pobre del país y lo paradójico es que se escudaba en presuntos estudios por parte de la misma CONAPO. El gran problema de la funcionaria, es que en ningún momento mostró la documentación pertinente para darle sustento a sus ocurrencias. 

No conforme con las mentiras sobre el caso de Veracruz, Silvia Domínguez se atreve a decir que Puebla fue el Estado que pasó a ocupar el cuarto lugar que nosotros según ella teníamos. Otra falsedad de la funcionaria del gobierno de Fidel Herrera Beltrán, ya que puebla según datos de la CONAPO del 2005, se encuentra en el séptimo lugar en el multicitado rubro.

Una vez establecido que Veracruz sigue siendo el cuarto Estado con mayor marginación y pobreza en el país en tanto la CONAPO no de a conocer las nuevas cifras y las publique de manera oficial en su página de internet, las cifras en porcentajes para nuestro Estado en el 2005 son las siguientes: éramos 7 millones 110 mil 214 habitantes, de los cuales, el 13.42 % de 15 años o más, eran analfabetas; el 32.90 % de la población de 15 años o más, tenían su primaria incompleta; el 4.18 % de los veracruzanos, eran ocupantes de viviendas sin drenaje ni servicio sanitario exclusivo; el 4.67 % vivían sin servicio eléctrico; el 23.32 %, vivía en casas sin agua entubada; el 22.77 % era ocupante de viviendas en piso de tierra; el 45.02 % de las viviendas en Veracruz, tenían algún nivel de hacinamiento; y finalmente, el 58.36 % de la población ocupada en nuestro Estado vivía con uno o hasta dos salarios mínimos. Las anteriores cifras son el resultado de los gobiernos estatales del PRI durante ya 80 años.

Finalmente, muchos son las notas periodísticas, columnas y artículos que a diario son publicadas en los distintos medios que nos hablan de las bondades y progreso que está generando el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, sin embargo, en lo personal y con los datos estadísticos con los que cualquier ciudadano veracruzano puede contar al día de hoy, me permito dudar del dicho progreso; por tanto, prefiero esperar los nuevos datos oficiales que serán recabados durante el censo de población del próximo año que realizará el INEGI y que procesará la CONAPO, los cuales serán el corte de caja del gobierno de la fidelidad. 

martes, 10 de marzo de 2009

Gracias al PRI

El presente artículo es de Denise Dresser y publicado al parecer en la Revista Proceso del 1 de marzo. Gracias a Mauricio Millán por haberme enviado el artículo.

Cada vez que Beatriz Paredes abre la boca es para vanagloriarse de lo que el PRI ha hecho por México. Gracias al PRI hay estabilidad política, dice. Gracias al PRI no hay polarización, insiste. Gracias al PRI el país no se ha hundido aún más ante el fracaso de los panistas, repite. La lideresa recorre la República buscando palmadas en la espalda mientras pide regresar al poder a un partido responsable de sus peores vicios. La priista denuncia la ineficacia y la inexperiencia de diversos funcionarios panistas incapaces de  limpiar el tiradero que su partido dejó tras de sí. Hay mucho de paradójico en su proceder porque existe otra lista de cosas vinculadas con el PRI que valdría la pena recordar. Hay otras contribuciones por las cuales el electorado debería estar menos agradecido. México arrastra un legado que no debería ser motivo de aplausos; México carga con una herencia de la  cual los priistas se distancian pero de la cual son responsables.

Gracias al PRI, el narcotráfico infiltra al Estado y se enquista allí. A partir de la década de los ochenta, el negocio de la droga comienza a crecer y lo hace con protección política. Con la complicidad de miembros de la Policía Judicial Federal y de agentes de la Dirección Federal de Seguridad. Con la colusión de gobernadores como Mario Villanueva y otros dirigentes priistas de narcomunicipios y estados fronterizos. A lo largo de los años, la estructura política del priismo provee un caparazón al crimen organizado, que avanza no a pesar del gobierno, sino –en buena medida– gracias a él. Cuando los panistas llegan a la Presidencia se encuentran un Estado rebasado, se enfrentan a autoridades estatales cómplices, se topan con policías infiltradas, apelan a procuradurías indolentes. Y, sin duda, tanto la administración de Vicente Fox como la de Felipe Calderón no han encarado el reto de la mejor manera; el primero por omisión y el segundo por falta de previsión. Pero lo innegable es que no son responsables del problema: lo heredan. Hoy los priistas culpan al gobierno panista de aquello que ellos mismos engendraron.

Gracias al PRI hay alguien como Joaquín Gamboa Pascoe y lo que representa. Líder vitalicio, elegido –en un evento reciente– para liderar la central obrera hasta  2016. Líder hasta la muerte, encumbrado después de una votación fast track y por aclamación. Rodeado de mujeres bailando en biquini, meciéndose al son de las maracas y las fanfarrias y las porras. Impasible ante los reclamos por los lujos que despliega y los relojes que ostenta. Y, en esa misma reunión, Beatriz Paredes no alza la voz para cuestionar las prácticas antidemocráticas del corporativismo, sino que niega su existencia. Argumenta que México ha cambiado y que los trabajadores son libres y merecen respeto, cuando lo ocurrido en ese evento es señal de la podredumbre de siempre. La genuflexión de siempre. La alianza de siempre.  El pacto de siempre. El liderazgo del PRI ofrece prebendas a cambio de apoyo político. Tan es así que, sin ningún rubor, Gamboa Pascoe sostiene que “hizo cuentas con Paredes” para incrementar, en el próximo proceso electoral, el número de posiciones en el Congreso de integrantes cetemistas. Así, el PRI ratifica su preferencia por las prácticas del pleistoceno. 

Gracias al PRI el gobierno se percibe como botín compartido. No hay frase que resuma mejor esta visión que la atribuida a Carlos Hank González: “un político pobre es un pobre político”. El PRI permite que quien llegue a algún puesto –desde hace décadas– piense que está allí para enriquecerse. Para hacer negocios. Para firmar contratos. Para embolsarse partidas secretas. Para otorgar concesiones y recibir algo a cambio. Sólo así se explica la Colina del Perro construida por José López Portillo. Sólo así se explica la fortuna acumulada en las cuentas suizas de Raúl Salinas de Gortari. Sólo así se entiende el reloj de 70 mil dólares que porta Carlos Romero Deschamps. Sólo así se comprende el guardarropa de Elba Esther Gordillo. Gracias al PRI gran parte de la población considera que la corrupción es una conducta habitual y aceptable que acompaña a la función pública. 

Gracias al PRI la impunidad se vuelve una forma de vida. El PRI inaugura un sistema para compartir el poder basado en la protección política a sus miembros, al margen de las leyes que violan, los estudiantes que asesinan, los desfalcos que cometen, los robos que encabezan, los desvíos que ordenan. La lista es larga y escandalosa: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari, Raúl Salinas de Gortari, Mario Marín, Arturo Montiel, Jorge Hank Rhon, Roberto Madrazo, Emilio Gamboa, José Murat, Ulises Ruiz. Y para protegerse a sí mismos promulgan leyes a modo, saltan de puesto en puesto, intimidan a periodistas, negocian amparos, compran apoyos y corrompen jueces. Entonces no sorprende que en la lista de candidatos del PRI se encuentren varios excolaboradores de Arturo Montiel –acusado de peculado y enriquecimiento ilícito– encargados de exonerarlo.

Quizás Felipe Calderón entiende lo que el PRI le ha hecho al país y por ello exclama: “Dios quiera y no regresen a la Presidencia”, como lo hizo en una reunión reciente. Pero si eso ocurre, tanto él como su predecesor habrán producido ese desenlace al optar por un “pacto de no agresión” desde hace ocho años. Al suponer que bastaría sacar al PRI de Los Pinos sin modificar sustancialmente su modus operandi. El gran error del PAN ha sido tratar de operar políticamente dentro de la estructura que el PRI creó, en vez de romperla. El gran error del PAN ha sido creer que podría jugar mejor el juego diseñado por el PRI, en vez de abocarse a cambiar sus reglas. El gran error ha sido emular a los priistas en vez de rechazar la manera de hacer política que instauraron. 

Por ello ahora que el PRI denuncia el fracaso del PAN, en cierta medida tiene razón. Los aprendices son fustigados por los maestros experimentados. Los panistas han fracasado en el intento de gobernar como lo hacían los priistas. Los panistas han fracasado en su intento por adaptarse a las reglas de instituciones que el PRI torció. Los panistas no han logrado pactar eficazmente con los narcotraficantes; no han logrado comprar eficazmente a los líderes sindicales; no han logrado beneficiar eficazmente a los grandes empresarios; no han logrado ocultar eficazmente los negocios que han hecho en su paso por el poder; no han logrado combatir eficazmente la impunidad porque también se volvieron cómplices de ella. Gracias al PRI el país padeció tantos años de mal gobierno. Gracias al PAN es probable que la historia se repita. 

jueves, 5 de marzo de 2009

80 años, la herencia del PRI

Por Tomás González Corro

“Vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”
César “el Tlacuache” Garizurieta (político priísta veracruzano)
 

El pasado miércoles 4 de marzo se han cumplido 80 años del surgimiento del PRI como partido político en nuestro país, aniversario que toma como punto de partida el nacimiento del Partido Nacional Revolucionario (PNR) que fundó el ex Presidente Plutarco Elías Calles a la muerte del caudillo Álvaro Obregón.

La ceremonia de aniversario fue llevada a cabo en el Teatro de la República, en Querétaro. Ceremonia en la que de acuerdo a las crónicas de los medios de comunicación, fue solemne y sin fiesta.

Quizá el motivo por el que no festejaron en sus 80 años, es porque en el fondo saben bien que la herencia de sus 70 años de gobierno y 80 en Estados como el de Veracruz, no es para celebrarse ni para presumirse.

Las cifras de la herencia de los gobiernos priísta en 70 años de gobierno, las podemos rescatar del Consejo Nacional de Población (CONAPO), institución que con la información del INEGI del censo del año 2000, realizó el análisis sobre los índices de marginación en México, es decir con datos recabados en el año en que el PRI perdió el poder presidencial, así que es un corte de caja de los resultados de 70 años del priato, en donde encontramos lo siguiente:

Para el año 2000, en México éramos 97 millones 483 mil 412 habitantes, de los cuales, el 9.46 % de 15 años o más, eran analfabetas; el 28.46 % de la población de 15 años o más, tenían su primaria incompleta; el 9.90 % de los mexicanos, eran ocupantes de viviendas sin drenaje ni servicio sanitario exclusivo; el 4.79 % vivían sin servicio eléctrico; el 11.23 %, vivía en casas sin agua entubada; el 14.79 % era ocupante de viviendas en piso de tierra; el 45.94 % de las viviendas en México, tenían algún nivel de hacinamiento; y por último, la joya de la corona de los gobiernos del PRI, el 50.99 % de la población ocupada en nuestro país, vivía con uno o hasta dos salarios mínimos. 

En cuanto a la pobreza, el Banco Mundial reportaba en el año 2000, que el número de pobres era de 51 millones 666 mil 208 mexicanos, es decir, el 52.8 % de la población total; sin embargo, estudios del especialista Julio Boltvinik calculaba que el número de pobres para el año 2000, era de 79 millones 167 mil pobres, es decir, el 81.2 % de los mexicanos estaban en la pobreza. 

Con las anteriores cifras sobre la marginación y la pobreza resultante de los gobiernos priístas, queda claro que declaraciones como las hechas por Emilio Gamboa Patrón, Coordinador de la bancada priísta en la Cámara de Diputados Federal de que "las derrotas nos han enseñado a que no debemos volver a equivocarnos, ya que durante algún tiempo abandonamos a la gente y ello no debe volver a ocurrir", son por decir lo menos, inexactas, ya que no abandonaron por algún tiempo a la gente, sino que el abandono fue total y que la pobreza de los mexicanos el día de hoy, es la herencia trágica de los gobiernos emanados del PRI. 

Ahora bien, si a las cifras anteriores le agregamos que el PRI es el progenitor de la cultura de la corrupción, el patrimonialismo, el fraude electoral, el corporativismo, la simulación, el centralismo, el clientelismo político y la compra del voto, entonces, podremos entender claramente por que México se encuentra en la situación actual. 

A manera de conclusión, es importante que entendamos que la pobreza y la marginación actual de los mexicanos no es producto de la casualidad ni de la generación espontanea, sino de la herencia de los gobiernos del PRI. Que no se nos olvide, los nuevos salvadores de México fueron quienes lo hundieron con sus acciones y prácticas de gobierno durante 70 años.

martes, 3 de marzo de 2009

Generación de la crisis

Por Tomás González Corro

Como todos los nacidos en México a finales de los 60´s, nuestras vidas han estado marcadas por distintos tipos de crisis: sociales, políticas y económicas. Sin ser exhaustivo y sin profundizar, los siguientes eventos son muestra de dichas crisis.

En cuanto a lo social, entre las más importantes están por supuesto la del 2 de octubre de  1968, en donde las demandas de los jóvenes y estudiantes de ese entonces al régimen priísta fue de apertura, democracia y justicia en el país; demandas que fueron respondidas como todos sabemos, con el lenguaje del autoritarismo: a balazos y baño de sangre. En la misma lógica se ubica lo que se conoce como el Halconazo el 10 de junio de 1971, que también fue la represión a grupos estudiantiles por demandar al Estado mexicano  la liberación de presos políticos, la derogación de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Nuevo León y para exigir la desaparición de los grupos porriles en escuelas de educación media y superior; la respuesta ante dichas demandas, la misma que en 1968, plomo y sangre.

En términos guerrilleros, no hay que olvidar los movimientos de finales de los 60´s y la década de los 70´s y finalmente el levantamiento de los Zapatistas en Chiapas en enero de 1994. En el Estado de Guerrero, Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, ambos maestros normalistas egresados de la Escuela Rural de Ayotzinapa, buscaron cambiar las condiciones de miseria y marginación de sus comunidades. En cuanto a la guerrilla urbana, la Liga comunista 23 de septiembre fue fundada en Guadalajara Jalisco y ha sido considerado el mayor grupo guerrillero al ser integrada por una decena de organizaciones armadas; de acuerdo a Sergio Aguayo “en Guadalajara fue el único lugar donde la guerrilla urbana logró apoyo de barrios, eso hizo la diferencia…” de igual manera, para Sergio Aguayo la guerrilla urbana en México fue consecuencia inmediata de la represión gubernamental, obvio es de gobiernos priístas.

Sobre la crisis políticas, sin duda el proceso electoral de 1988 ha sido desde entonces, el botón de muestra respecto a la capacidad de los gobiernos priístas para controlar el sistema y órgano electoral, las elecciones y manipular el voto ciudadano en su beneficio y sus candidatos, con lo que se garantizaba el llamado “carro completo”, es decir el triunfo total del PRI (por cierto, en Veracruz pareciera que entramos en el túnel del tiempo durante el proceso electoral local de 2007, en el que el PRI arrasó en los municipios y distritos electorales en disputa). 

De crisis económicas, los mexicanos aún recordamos las de finales de los 70´s y mediados de los 90´s. La primera bajo la responsabilidad del Presidente priísta José López Portillo, quien con el boom petrolero de Cantarell nos mintió diciendo que tendríamos que aprender a administrar la abundancia y lo único que logró fue llevarnos a la bancarrota nacional debido a sus errores garrafales en cuanto a la conducción económica y la galopante corrupción durante su sexenio; la segunda, generada a finales del sexenio salinista y principios del zedillista, en donde los mexicano transitamos del sueño del primer mundo, a la pesadilla del quiebre del sistema bancario nacional y de los bolsillos de las familias mexicanas.

Cada una de las crisis que menciono sin profundizar en ellas, fueron producto de las acciones y prácticas de los gobiernos priístas cuando detentaron el poder presidencial, de ahí que como parte de la generación de las crisis, me genere  una gran extrañeza que los mexicanos de acuerdo  a las encuestas del Universal y Reforma tengan la intención de regresarle el control del país al PRI por la vía de la Cámara de Diputados Federal el próximo 5 de julio. No cabe duda, el PRI le apostó a la corta memoria histórica de los mexicanos y parece que lamentablemente, esta por ganar la apuesta.